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miércoles, 3 de agosto de 2011

LA LLAMADA DEL PRESIDENTE

Son las 16:35, suena mi teléfono.
A estas horas de la siesta y un número de catorce cifras; seguro que son de alguna compañía eléctrica, o de teléfonos móviles. ¡Me van a oír!.
- ¿Señor Ríos?.
- ¡¡¿QUE QUEREMOS ESTA TARDE?!!.
- ¿Señor Ríos?, disculpe ...
- ¡¡SI!!, ¡¡SI!!, por aquí le tiene.
- Disculpe, le llamo del Gabinete del Presidente del Gobierno, no se aparte de su terminal, un momento ...
- (¡¡Hostia!!). (Ya me paso algo parecido con otro presidente).
- Buenas tardes, disculpe, le llamo desde Presidencia, le paso con el Señor Presidente.
- Bien, bien ...
- Buenas tardes Señor Ríos; se que no son horas, ni tal vez días, pero quería ganar cinco minutos charlando con una persona como usted, razonable, sensata, madura, gran profesional y comprometido, en fin no quiero ...
- Usted dirá Señor Presidente.
- Más que preguntarle, que es lo que realmente necesitaría, estoy por confesarle lo que me pasa por esta cabeza que ahora soporta el peso de la responsabilidad. Podría decirle que errores clave nos han llevado a la situación actual, pero lo cierto es que probablemente no hayamos sabido vender las reformas que hemos impulsado para modernizar la economía.
- Probablemente Señor Presidente, pero estas insolvencias registran su segundo nivel más alto de la historia.
- Cierto. Pero me preocupa más que lo que es malo ahora puede ser peor dentro de cinco minutos.
- ¿Y nuevas medidas?, ¿reformas impositivas?, ¿disminución de la presión fiscal a los trabajadores?. No se ...
-Estamos en ello; y seguramente tenga que asumirlo con el Papa en España, no nos sale una. ¡¡Si llegamos!!.
- Perdone, ¿tan mal estamos? ...
- Peor, y sin dejar al Papa, le diré que para cubrir el endeudamiento público español de 680.000 millones de euros, un ciudadano debería haber pagado casi 950.000 euros diarios desde el nacimiento de Cristo; vamos no lo digo yo, pero lo han calculado los de Expansión, y será cierto. Andamos por un Vía crucis financiero, como dice Conthe.
- Y, ¿no somos europeos?, ¿ellos que dicen?.
- ¿Ellos?. Yo he suspendido mis vacaciones y en Europa dicen que se han obligado a ponerse en marcha para tratar de atajar este episodio de turbulencias, aunque eso si, sin llegar a la medida de suspender sus vacaciones.
- ¿Y los americanos?, ¿el Rey?, ¿la B a n c a   j  u  d  i  a? ...
- Bueno, todo podrá servir. Pero como decía el noble León Felipe, farmacéutico y poeta de mi tierra:
No hay pan,
si hay pan, 
dónde está el pan.

No hay luz,
si hay luz,
dónde está la luz.

Sin negar,
sin afirmar,
sin preguntar,
gritad sólo.
El que lo diga más alto es el que gana.

No hay Dios,
si hay Dios,
dónde está Dios.
El que lo diga más alto es el que gana.
Gritad... gritad...  ¡Aullad!...
DÓNDE ESTÁ DIOS.

- Le entiendo Presidente, me hago cargo, aunque de este último me quedo más con lo de poeta que con lo de farmacéutico. 
- Tempus fugit. Buenas tardes y disculpe. ¡Ah!, y ¡trabaje!, ¡trabaje!.
- Buenas tardes.
- Pi, pi, pi, pi, pi ...

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