ENERO
Distancia,
entre el fondo de sí mismo;
conciencia,
de la inexpresión de tu lenguaje.
Me siento estratégicamente equipado
para recorrer este largo invierno,
evolucionar junto al frío,
comprender las desigualdades,
en esta tradición absurda
de girar y girar
para llegar al mismo extremo.
Estoy bien organizado,
endoculturizado y etnocentrado,
juzgando a cada momento
tu valor moral y tus juicios.
No vas a innovar conmigo,
me vas a congelar sin más,
sin pedirme permiso,
hasta que consigas que mis emociones
no aporten ningún rasgo,
ninguna pista.
Me estás observando,
pretendes convivir con mi quietud,
controlar mi pensamiento,
anticiparte a mis sentimientos.
Pero tu estrategia,
la escasa productividad de tu misión,
por más que la repitas
y la amplifiques,
provocará un número infinito de sinergias
que no me desplazarán
ni un milímetro.
Otras gentes, lugares y objetos,
sucumbirán a tu helor penetrante,
pero esta coraza
que me relaciona físicamente con tus actos
crea una violenta repulsa
que me engrandece
y me organiza para no sucumbir,
para generar calor entre tu hielo.
Juan Ríos Laorden
Un paseo por la práctica clínica, la gestión y las humanidades, con la perspectiva de un pediatra humanista
domingo, 20 de marzo de 2016
sábado, 19 de marzo de 2016
DÍAS AMBIGUOS
DÍAS AMBIGUOS.
Los días que amanecen grises,
el refrescante olor de la lluvia
regalada durante el sueño
invita a un somero sometimiento
solo apto para sin-padres,
para exploradores de transculturas,
de supraimágenes e infracromatismos.
Me acostumbro a esta máquina del tiempo
que sin percibir su movimiento
agota por falta de intervalos.
Vuelvo a la ventana e inspiro profundamente,
suena Lucky Man en estos viejos oídos,
percibo sobre el horizonte otros tiempos,
lugares, ya remotos y extintos.
No quedan lapsos, ni pausas
para resolver y reencontrar,
para comprender y probar una mínima parte.
Levito entre los acordes de Emerson
me sacio sin encontrar fuerzas de grito,
la afonía de estas cuerdas vocales
me reintegran entre la Fanfare for the Common Man
a los días que amanecen grises,
al refrescante olor de la lluvia,
al somero sometimiento
de una yerma paleta blanca sin colores.
Juan Ríos Laorden
* Recomendaciones para un sábado "sin dejar la mente en blanco":
1. Emerson, Lake & Palmer, Tollwood Festival 1997: https://www.youtube.com/watch?v=IzolW_zewUE
2. Yo, Ulrike, grito: http://youlrikegrito.es/
Los días que amanecen grises,
el refrescante olor de la lluvia
regalada durante el sueño
invita a un somero sometimiento
solo apto para sin-padres,
para exploradores de transculturas,
de supraimágenes e infracromatismos.
Me acostumbro a esta máquina del tiempo
que sin percibir su movimiento
agota por falta de intervalos.
Vuelvo a la ventana e inspiro profundamente,
suena Lucky Man en estos viejos oídos,
percibo sobre el horizonte otros tiempos,
lugares, ya remotos y extintos.
No quedan lapsos, ni pausas
para resolver y reencontrar,
para comprender y probar una mínima parte.
Levito entre los acordes de Emerson
me sacio sin encontrar fuerzas de grito,
la afonía de estas cuerdas vocales
me reintegran entre la Fanfare for the Common Man
a los días que amanecen grises,
al refrescante olor de la lluvia,
al somero sometimiento
de una yerma paleta blanca sin colores.
Juan Ríos Laorden
* Recomendaciones para un sábado "sin dejar la mente en blanco":
1. Emerson, Lake & Palmer, Tollwood Festival 1997: https://www.youtube.com/watch?v=IzolW_zewUE
2. Yo, Ulrike, grito: http://youlrikegrito.es/
martes, 15 de marzo de 2016
VERSOS NÁUFRAGOS EN "TIERRASANGRE"
VERSOS NÁUFRAGOS EN "TIERRASANGRE"
¿No has tenido precisión,
salir a rastrear en el fresco crepúsculo,
miradas nuevas, iris multicolores?
Perderte con un rumbo sin meta,
recuperando imaginaciones y sueños;
oler fragancias desperdiciadas
y frenar tu falso asombro cotidiano;
romper infinitos márgenes
que notas como te vienen encadenando.
¿No has tenido la necesidad,
de compartir simplemente con la vida,
¡ni contigo mismo!, ni con tus suficientes genes,
la calle, el barro, la "tierrasangre"?.
¡No!, no la has disfrutado;
sigues desgastando el cuero que proteje tus pies,
sigues esperando el momento, la fatalidad,
o tal vez no te acerques jamas a esa complexión.
Juan Ríos Laorden
¿No has tenido precisión,
salir a rastrear en el fresco crepúsculo,
miradas nuevas, iris multicolores?
Perderte con un rumbo sin meta,
recuperando imaginaciones y sueños;
oler fragancias desperdiciadas
y frenar tu falso asombro cotidiano;
romper infinitos márgenes
que notas como te vienen encadenando.
¿No has tenido la necesidad,
de compartir simplemente con la vida,
¡ni contigo mismo!, ni con tus suficientes genes,
la calle, el barro, la "tierrasangre"?.
¡No!, no la has disfrutado;
sigues desgastando el cuero que proteje tus pies,
sigues esperando el momento, la fatalidad,
o tal vez no te acerques jamas a esa complexión.
Juan Ríos Laorden
martes, 1 de marzo de 2016
PATRIA CHICA, “TIERRASANGRE”.
Es mentira aquello de no
disponer de “patria”.
Normal y frecuente es la
aparición
de expresiones veladas de orgullo,
timidez
inexplicable,
para siempre decadente
del
origen de nuestras huellas.
Todos aprestamos patria
y es verdad que los años,
ayudan a reconocer
nuestro pasado,
a pulir los diversos recodos
por donde hemos transitado;
nuestras retinas no tienen
cómplices,
son testigos mudos
a tan solo medio paso de
nuestro rumbo;
y al fin orgullosas
de la imagen esculpida en su
membrana
durante tantos lustros.
Cierto para aquel que no dispone
de esta cámara de tesoros
dentro de sus pupilas,
tendrá que dejar paso a los
aromas,
a los embriagadores olores,
en la distancia.
Tan será así, y para siempre
que hoy identifico a mi “no
renunciada patria”:
Por calurosos y vivos
colores de estío
entreverados del olor de la
paja de cebada;
Ocres lomas otoñales sobre
púrpuras azafranales
entre aroma de cebolla
cocida al albero de la matanza;
Secos pedregales, arriscados
hibernales
con bálsamo de sagato y leña
de carrasca;
Verde renacer entre
primaverales huertos impregnados
por perfume de cera en procesionales
calles.
Claro que tenemos patria,
claro que alguna vez
necesitamos patria,
aflicción temperada,
sibilante,
arcaico sentimiento, desde siempre
peritado,
desde las entrañas, desde el
dominio individual
en la fortuna colectiva.
Si hoy fuera tormenta,
me arrastraría a borbotones
desde la colina “perchelera”
hasta las eras que inundan
las “venías”
de otras aguas menos bravas,
que siento esta mañana fría,
tras apreciar mi nombre,
mi microscópico nombre, aglutinado
al de mi padre,
en una vieja fotografía;
cuando desde los primeros
borbotones,
de aquel aire que me forjo
vital,
me empujaron a desasistir el
barro
que hoy me restituye
un cristalino sentimiento de
“patria chica”.
Con todo el afecto a mis
paisanos “pozocañeros”, hermanos de tierrasangre, cuando es tiempo de afinar cornetas y tensar pellejos de tambores.
Juan Ríos Laorden, primavera de 2016.
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