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lunes, 1 de febrero de 2021

ESCUELA DE MANDARINES.-

Hace ya algún tiempo que leí la hermosa y pedagógica novela del murciano Miguel Espinosa, desafortunadamente ido joven, Escuela de Mandarines, hoy la recomiendo más que nunca a todos aquellos que llevan sobre sus hombros la pesada carga de lo público.

Desde el 1 de marzo de 2020 (cuanto tiempo hace ya), venimos luchando y conviviendo con un microorganismo (virus) hasta entonces no tenido en cuenta, COVID-19,

Momentos de frustración, euforia, hastío, esperanza y desesperanza, han ido alternando nuestro perjudicado humor.

La población ha actuado como una medusa luminiscente en su lóbrega pecera y de forma automática se ha contraído, expandido, contraído, expandido, …, durante diez largos meses. Mis compañeros de viaje y yo mismo, han vivido y están viviendo los peores y más crueles momentos de una civilización amortiguada, con la muerte como enemigo muy lejos de los quicios de sus puertas.

Todos hemos perdido algo; algunos mucho: la salud, la vida, los ahorros, el trabajo, el futuro, … Sin saberlo estamos adaptándonos a una nueva medida del tiempo, un tiempo que sustituye a la tercera necesidad más preciada; ayer pedíamos: salud, trabajo y amor (por este orden), hoy pedimos: salud, trabajo y tiempo.

Tiempo: necesitaríamos bajar a Incidencias Acumuladas, que aún en riesgo extremo, nos situaran en una posición menos agresiva y hacerlo a la misma velocidad a la que hemos subido; mantenernos por encima de 500 casos por 100.000 habitantes a 14 días, supone un desgaste del sistema sanitario, un coste económico y unas pérdidas en vidas demasiado lastrantes para la sociedad.

Si a esto sumamos la parálisis en materia de vacunación (ya no será a los 21 días la administración de las dosis de recuerdo para el grueso de los sanitarios, sino a los 26 días; “tiempo”, una vez más, en forma de culillos), solo nos queda ser más responsables, si cabe, y extremar las medidas de aislamiento individual y colectivas (mascarilla, distancia social, lavado de manos y acatar las directrices), no olvide que no tenemos ningún tratamiento específico ni definitivo sobre este virus y sus consecuencias.

Lean Escuela de Mandarines, no les defraudará, sobre todo a algunos elegidos.

 

Estos son los datos, tuyo el análisis.

Juan Ríos Laorden, pediatra.

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