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sábado, 9 de enero de 2021

BLANCO SOBRE NEGRO



Desde las estribaciones de Sierra Morena, cubriendo la totalidad de la meseta ibérica y mucho más allá, el blanco está tapando cualquiera de los resquicios de este “sombrío negro” panorama que nos asola; una sábana lechosa uniforme, inocente y efímera, transitoria y caduca desde que se deposita en los campos y empedrados.

Pero acaso este breve tiempo que el blanco nos aleja de lo negro, no es sino una alucinación; ¡no llega a ser razonable imaginar que lo níveo sea realmente un pigmento!, ¡que el blanco no sea un color!, un imposible color primario incapaz de conseguirse con la mezcla de otros. Un albo sobre negro, un blanco sobre la ausencia total de luz, sobre la máxima oscuridad.

Y he querido comenzar con esta cromática entrada para acompañar mis impresiones sobre esta maldita Pandemia, intentando que la belleza amortigüe a la fuerza, en esta fría tarde, con el gélido estupor al observar que la fantasía blanca comienza (al fin) su descomposición para volver a dejarnos en descubierto al oscuro desafecto.

No cesaré de recordarme en todos mis despertares que no hay ninguna razón para despistar la guardia, por cansados o hastiados que nos encontremos; que no debemos dejarnos arrastrar por propagandas vacías, sino dejarnos el pellejo hasta ver la salida. Es verdad que escasean las virtuosas formas de bregar en equipo; ni de enfocar los oídos a consejos bonancibles.

En los datos de hoy me quedo con tres impresiones que deben hacernos buscar actitudes y opciones que ayuden a superar este horror: Incidencias Acumuladas, Ocupaciones y especialmente “Vacunas”.

Los dos primeros, junto al resto de indicadores de riesgo los sintetizaré en tres diapositivas elaboradas por el propio Ministerio de Sanidad (datos nacionales oficiales de referencia) con fecha de 7 de enero de 2021 (último informe) y que vienen a coincidir (al menos en lo referente a Castilla-La Mancha) con el lunes 4 de enero (unos cuatro días de demora, teniendo en cuenta que el referente nacional para el día 7 contabilizaba 107.656 casos COVID-19 totales acumulados, siendo esa cifra comunicada en la referencia autonómica para el día 4; según el último informe de nuestra comunidad, el número de casos acumulados asciende a 112.298), pero de cualquier modo, la información sirve y mucho.

Ya vemos que ésta disparada Incidencia Acumulada a 14 días (y a 7 días, con cifras actualizadas) dista mucho de dejar descansar con sueños plácidos a ningún gestor sanitario, menos lo debería ser para los de Albacete y Guadalajara, ciñéndonos a las provincias de nuestra comunidad. Y aquí vuelvo a recordar lo de blanco sobre negro tal y como iniciaba este apunte, ¿Qué diferencias tenemos sobre principios de septiembre o principios de noviembre?, la verdad es que pocas, salvo que entonces esperábamos a la “vacuna” sin aprobar y ahora esperamos a las “vacunas” admitidas, pero más adelante veremos las “vacunas” y “vacunaciones”. En septiembre, no se hizo casi nada y ya en noviembre tomamos unas tibias medidas tendentes a “salvar no se sabe que Navidades” y que después casi sin entonar ningún mea culpa, se refuerzan tras el “indulto” de adviento.

La ocupación hospitalaria y la de camas de cuidados críticos es la que en términos del deporte rey, nos está salvando los muebles (al menos en estas tierras) y aunque raye en la frivolidad pensar que con porcentajes en “riesgo extremo” no cabe duda de que, si estuviéramos en cifras superiores al 60%, ni por asomo serían las estrategias parecidas a las actuales; blanco sobre negro.

Mientras tanto a nivel hospitalario seguimos con una horquilla entre el 8-12% de pacientes positivos que acaban hospitalizados, con dos grandes consideraciones sobra las que no he oído pronunciarse lo suficiente a una Administración Sanitaria que transfiriendo la publicidad de hechos a la ciudadanía le otorgaría más solvencia y credibilidad al sistema. Y los dos hechos son: por un lado, la “Atención Primaria” (en todas sus categorías), que, en su esfuerzo, tanto de seguimiento epidemiológico como de asistencia y control sanitario, mitigan en mucho los porcentajes de hospitalización (hemos pasado de un ritmo ascendente de positivos hospitalizados a una tendencia a la baja). Y por otro lado y como segundo hecho, no ya solo a la labor asistencial dura sobre pacientes que cuando ingresan en ele “Hospital” se rinden al buen hacer de los profesionales hospitalarios (en todas sus categorías), sino a la altruista labor de la investigación que en tiempo récord ha sido capaz de liderar decisiones terapéuticas internacionales frente al COVID-19, profesionales que son conciudadanos nuestros; y ambos hechos son éxitos de sanitarios en su labor diaria (mujeres y hombres) anónimos en su mayoría.

Por cierto, ¿qué difícil es conocer con datos oficiales el número de camas de hospitalización y de cuidados críticos en los ámbitos nacional, autonómico o local?; así que para conseguir una cifra que nos sitúe, acudiremos al viejo truco de la “regla de tres”, en tres catas diferentes de los datos oficiales suministrados por el Ministerio de Sanidad (referente nacional):

Primera cata (con fecha de último informe, datos nacionales referidos a 7 de enero de 2021): teníamos en Castilla-La Mancha ingresado 787 pacientes COVID con un porcentaje de ocupación del 16,22% y 100 en camas de críticos con un 26,25% de ocupación, respectivamente. Aplicamos la regla de tres y obtenemos: 4.852 camas de hospitalización y 381 camas de críticos.

Segunda cata (informe nacional con datos referidos a 22 de noviembre de 2020): 685 pacientes castellanomanchegos ingresados por COVID con 13,81% de ocupación y 113 en cuidados críticos con 29,82%, respectivamente. Aplicamos la regla de tres por segunda vez y obtenemos: 4.960 camas de hospitalización y 379 camas de críticos.

Tercera cata (informe de datos nacionales referidos a 27 de septiembre de 2020): 670 pacientes ingresados por COVID con 14,48% de ocupación y 85 en cuidados críticos con 24,50%, respectivamente. Aplicamos tercera y definitiva regla de tres: 4.627 camas de hospitalización y 347 camas de críticos.

Por tanto, tendremos que aplicar la segunda y concluyente regla de la “media”, para obtener una aproximación de camas disponibles según la referencia nacional sobre nuestra comunidad, obteniendo:

Camas de hospitalización: (4.852 + 4.960 + 4.627) / 3 = 4.813 camas.

Camas de críticos: (381+379+347) / 3 = 369 camas.

En términos de ocupación solo nos cabe seguir trabajando desde ambos niveles y tener el “sino” de que antes de poseer un número suficiente de ciudadanos inmunizados, no nos ocurra lo que está empezando a pasar en solventes países como Reino Unido, por ejemplo, porque ese caos ya lo sufrimos nosotros en marzo/abril y cuando se enseña la inercia tiene un control muy dificultoso.

No voy a abundar con la tercera parte del análisis, referido a “vacunas”, que afortunadamente ya están aquí (esperemos que sean diversas, muchas y eficaces para nuestro bien); pero si hacer tres consideraciones personales que me gustaría que tuviera en cuenta, como se dice en el argot epistolar, quien pueda corresponder:

La primera; andaba errado el presidente de la nación cuando el 22 de noviembre pasado comunicaba que se iban a poner 10.000.000 de dosis de vacuna frente COVID-19 en los primeros 6 meses de este año. Se quedó corto, cortísimo (no se si por un apunte mal pasado, o porque por entonces esa cifra nos parecía inalcanzable). Para información general, estas dosis serían para 5.000.000 de ciudadanos, que representan tan solo el 11% de la población, muy lejano de la cifra estimada como válida para obtener inmunidad de grupa (70%, 32.500.000 españoles); claro que puede ser que no se equivocara y que esas sean las dosis y el tiempo en que se compraran. Lo que si podemos asegurar, es que para obtener un 70% de población vacunada se necesitan 65.000.000 dosis en España (6,5 veces más) y que a un ritmo de administración de 250.000 dosis diarias (sin descansar fines de semana) lo lograríamos en noviembre de 2021; si lo deseamos tener en junio próximo, pues ya sabemos, 360.000 dosis diarias, que si es necesario no faltaría el esfuerzo por parte de los sanitarios.

La segunda apreciación pasa por mostrar mi asombro ante el ruido mediático de todos los responsables políticos tras la Epifanía (sea cualquiera que sea su ocupación y nivel), tratando de colocarse el mérito de un “acelerón” en el ritmo de vacunación; desde luego, a principios de esta semana permanecían callados en sus vergüenzas con las vacunas en el congelador. Y en este análisis observo que más valdría trasladar a la población el común esfuerzo de haberlo logrado, que el panfletero altavoz del logro institucional, si es que se puede considerar un logro dispensar algo más de 1.350 dosis al día en toda una región, la mía digo; porque a ese paso para tener inmunizada a la población castellanomanchega en situación de grupo (70%), se necesitarían 2.122 días; ya se que es exagerado, pero haremos las mismas cuentas que al nivel nacional: si queremos tener inmunidad de grupo en Castilla-La Mancha (70% de 2.033.000 habitantes) necesitamos 2.865.800 dosis de vacunas frente COVID (por el momento hemos recibido 35.550 y hemos puesto un 50%). Es fácil dilucidar que solo hemos recibido el 1,8% de lo que realmente necesitamos. También es fácil dilucidar que los profesionales de Atención Primaria de esta región, estamos preparados para administrar antes del otoño de 2021 las dosis necesarias para lograr el efecto rebaño, es decir la administración de 10.500 dosis diarias (10 veces más de lo que tan orgullosos se muestran algunos); y lo lograríamos con ayuda, con esfuerzo y con la población perfectamente informada.

Y es con los profesionales sanitarios (nivel Hospitalario y de Atención Primaria) con los que cierro mi tercera apreciación. Considero un gran error que los sanitarios no estén todos vacunados (primera dosis) en la próxima semana o próximos 10 días (ya debería estarlo un grupo no despreciable). Si una evidencia se me marcó a fuego en mi paso durante más de tres años por una unidad de emergencias, fue la máxima de “reanimador anulado, sujeto a reanimar fotut”. Y no entiendo como no se ha iniciado la vacunación de los sanitarios en esta comunidad al mismo tiempo que el ámbito sociosanitario, en otras comunidades lo están haciendo. Creo que, si en los próximos 10 días no están vacunados con la primera dosis los sanitarios hospitalarios y de atención primaria, y lo veo muy difícil, podremos estar incubando problemas asistenciales; porque “si los sanitarios quedamos anulados por el COVID-19, el sistema a atender estará fotut”, espero que no ocurra, pero no debemos tentar más a la suerte.

Blanco sobre negro.

 

Estos son los datos, tuyo el análisis.

Juan Ríos Laorden, pediatra.

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